¿Cómo generar nuevas formas de pensar?
Aerolab como organización y las personas que la conforman han pasado por distintas transformaciones en los últimos años. En ese proceso de crecimiento y de cambios que vivimos, probamos distintos métodos que se convirtieron luego en herramientas y aprendizajes que seguimos aplicando hoy. Una de ellas ha sido el coaching, el cual les presentamos en este artículo para que puedan conocer de nuestra experiencia y de esta buena práctica que se puede aplicar en cualquier organización o equipo 🙌🏻
¿Cómo nos acercamos al coaching? De la misma manera que enfrentamos todo nuevo proceso en Aero 🤓. La mejor forma de integrar una nueva herramienta es aprender haciendo al ponerlo en práctica.
Y este approach no es solo una metodología de trabajo, es uno de nuestros valores principales: Disfrutar de los nuevos desafíos que se nos presentan y aprovechar las oportunidades para encontrar nuevas formas de pensar.
Pero es más fácil decirlo que hacerlo… ¿no? El primer desafío que se nos presentó estaba en responder esta pregunta:
¿Cómo generamos un espacio para salir del día a día y encontrar otros aspectos que nos pueden ayudar a crecer personal y profesionalmente mirando las cosas de otra manera?
Esa respuesta vino de la mano de Jonás Mosse, Coach y Business Mentor, quien ya trabajaba con el equipo de directores de Aero en las distintas reuniones de Staff. Su principal aporte, más allá del análisis del negocio, fue dar una mirada sobre la dinámica de grupo en esos encuentr
- El trabajo en equipo
- Las fortalezas de cada persona
- La interacción entre ellas
- El liderazgo de cada quien
- …entre otras
Este fue el punto de partida para comenzar a aplicar el coaching en Aerolab en un Workshop que tuvimos con Jonas en cuatro encuentros de 2 horas donde participamos 14 personas de distintas áreas en mayo de 2019.
En esta dinámica tuvimos la posibilidad de trabajar de manera presencial para salir de nuestra zona de confort, encontrar nuestras fortalezas y debilidades y sentirnos seguros en el espacio que fuimos creando en conjunto.
Primero debes definir cuáles son las necesidades de tu organización
El primer paso en nuestro Workshop con Jonas fue definir las necesidades de Aerolab como organización. Tener esto claro nos permitió estar alineados, pensar más allá del día a día y ver desde afuera lo que nos sucedía.
Una vez que encontramos esa armonía de encontrarnos todos en la misma página, pudimos determinar que las necesidades de Aero en ese momento eran:
- Re-definir roles dentro de los equipos
- Generar nuevas interacciones entre las personas
- Poner sobre la mesa los temas que nos incomodaban para tener conversaciones difíciles pero necesarias
- Y, sobre todo, poder realizar todas estas acciones partiendo primero desde lo humano hacia lo profesional
“El coaching desafía nuestras construcciones mentales y nos ayuda a cambiar” Agustín Linenberg, Co-Founder de Aerolab
Principales aprendizajes
La experiencia nos ayudó a entender cómo trabajar en equipo, cómo ser responsables de lo que nos pasa y lo que nos toca hacer, cómo escuchar activamente al otro, y también cómo balancear lo técnico con lo humano.
Como resultado, incorporamos nuevas miradas, abrimos nuevas posibilidades y vivimos el valor de lo que significa empatizar c
Tener esta herramienta de coaching para nosotros significó desafiarnos, cuestionarnos, reflexionar, entender que las acciones que tomamos repercuten en los demás.
De forma individual, fue transitar un proceso donde cada quien experimenta estos buenos hábitos que se reflejan de forma positiva en las acciones que lleve adelante tanto en su vida como en la organización.
Escalando las buenas prácticas
Luego de este Workshop decidimos compartir la herramienta del coaching al resto de las áreas para project managers, diseñadores, desarrolladores, QA junto a los founders de Aerolab. Para muchos fue la primera experiencia con esta práctica.
En este espacio de People Skills Training trabajamos distintos temas como:
- Liderazgo, tipos de escucha y feedback
- Vivir y sentir emociones
- La confianza y delegación de tareas
- La motivación entre equipos
Más allá de los temas que tocábamos en ese Workshop en mayo de 2019, entre todos fuimos construyendo un lugar y un momento donde nos sentimos cómodos para hablar, abrirnos, debatir, pensar y destacar aspectos positivos de nuestros roles.
Incluso, nos permitimos indagar en dinámicas más profundas para imaginarnos cómo manejar situaciones puntuales con otros pares de trabajo para resolver un obstáculo, sin que eso afectara nuestra relación personal o el proyecto en sí.
Como en todas las actividades grupales, empezamos a identificarnos con el resto de nuestros compañeros en lo que sentíamos y en las acciones que tomábamos.
Al principio estas dinámicas pueden resultar un poco incómodas porque te desafían a pensar distinto, a encontrarte y generar lazos con tus sentimientos, a mostrarte sensible y vulnerable ante los demás, derribando conceptos de “lo que está bien y lo que está mal”. Esto muestra que transitar esta experiencia te fortalece aún más como persona y te da herramientas para ser más receptivo con el otro y tu entorno.
Te permite ser consciente y pone en práctica tu inteligencia emocional.
Covid-19 y los nuevos paradigmas
Esta pandemia mundial nos plantea un escenario distinto al que conocíamos y nos obligó a adaptarnos rápido a otros entornos y situaciones. Y esto nos está pasando tanto como individuos, miembros de una familia, una sociedad o, como venimos hablando en este artículo: como parte de una organización.
En este contexto, Aerolab pasó a trabajar de forma totalmente remota el 16 de marzo de 2020, tres días antes de que se anunciara una cuarentena oficial en Argentina. Nuestras actividades diarias se convirtieron en links de Zoom, muchos de nosotros viven solos, o están lejos de sus familias y amigos, por lo que necesitábamos abrir un espacio para compartir lo que nos pasa ahora y conectarnos desde la sensibilidad.
Por eso, en una de las calls de “Grand Central” (algo así como un noticiero semanal donde hacemos anuncios y nos ponemos al día sobre distintos proyectos o acciones) invitamos a todos los Aerolabers a participar de otro Workshop de coaching — esta vez, edición on-line.
De forma optativa, quien estuviera interesado podía sumarse. Para muchos fue el primer acercamiento al coaching y se unieron por curiosidad, con escepticismo o ganas de probar algo nuevo.
Coaching sobre emociones surgió entonces como una experiencia para acompañarse, reflexionar, conectarnos entre nosotros, compartir sensaciones y emociones similares, escuchar atentamente a otros y poder animarse, dar un consejo o una idea a quien estuviese al lado nuestro (en la misma pantalla).
El objetivo de esa call grupal fue visibilizarnos y tomar en cuenta lo que nos pasaba, las emociones que sentíamos y en función de eso poder estar conectados, reconocer en el otro las mismas emociones y compartir maneras distintas de transitar estos tiempos inciertos.
Cómo aplicar el coaching en mi organización
Si bien transitar este camino de transformación no será fácil ni cómodo, vale la pena intentarlo. ¿Y cómo empezar este camino? En Aerolab creemos que lo primero y más importante es que junto a tu coach transmitas los valores y comportamientos de tu organización para que esa persona entienda qué es lo que necesitas en ese momento y probar si esas formas funcionan o no para vos o tu equipo.
“El coaching se hace tan a medida de lo que necesita una organización y su equipo que hace difícil compartir un ‘modelo genérico’ que les sirva a todos. Por eso, lo mejor es que cada organización se atreva a dar el paso y probarlo, vivirlo”, recomienda Jonás Mose, quien además nos comparte una frase de Julio Olalla sobre el coaching ontológico más puro:
“Podemos definir el coaching ontológico como el arte de crear espacios en que, a través del aprendizaje, los seres humanos florecen y encuentran lo mejor de sí mismos. Podemos decir también que es un arte que apunta a abrirle nuevas posibilidades a una persona de manera que en el futuro no esté limitada a actuar basada en su particular manera de mirar hoy el mundo”.
Entonces, no queda más que atreverse a probar el coaching en dinámicas de grupo para abrir la puerta a nuevas posibilidades, conexiones humanas y compartir distintas maneras de mirar el mundo.